martes, 30 de septiembre de 2008

Circo político y retroceso económico

La última encuesta de opinión empresarial de la ANDI parece confirmar que la desaceleración de la economía es un hecho. Varios sectores industriales muestran estancamiento o crecimiento negativo. Subsectores tradicionales como cuero, textiles, hierro y acero, y vehículos automotores registran caídas en la producción y en las ventas. El agregado del sector industrial puede haber sufrido un retroceso durante los primeros siete meses del año del orden del 0.2 por ciento en producción y 0.4 en ventas en comparación con el año anterior. El desempleo va otra vez en aumento. La situación, que es preocupante, parece que tiene al ministro de hacienda con los pelos de punta. En Manizales dio un informe alarmante sobre el estado de la economía (calificado como un “desastre” por un noticiero de radio local). Reconoció que los resultados de julio son muy malos y declaró que no había esperado una caída tan grande de la producción. El presidente de la ANDI también está alarmado. El impulso que tomó la economía en 2007 fue flor de un día. Lo malo es que la ANDI y el gobierno han decidido achacarle la responsabilidad por la desaceleración al Banco de la República, por el aumento de las tasas de interés. Este diagnóstico es equivocado. Un interesante artículo de Mauricio Cabrera que apareció en Portafolio a principios de la semana pasada dice que la tasa de interés real es apenas del orden del 2 por ciento y que ese nivel de tasa de interés real difícilmente puede afectar negativamente la producción. Esta es quizás la mejor respuesta que se le puede dar a las declaraciones del Presidente de la ANDI contra el Banco. Por otra parte no se debe olvidar que el Banco tiene la obligación de tomar medidas para controlar la inflación y que lo ha hecho con prudencia, pero con firmeza (ANIF está hablando de un aterrizaje suave, y posiblemente lo vamos a lograr). Quizás hubiera sido mejor que el gobierno y el Banco se hubieran puesto de acuerdo y que la tasa de interés real y el gasto fueran menores, pero echarle la culpa al Banco es aventurado. El ajuste obedece por una parte a factores externos y por otra a que variables como el consumo y el gasto de las familias estaban creciendo muy aceleradamente, alimentadas por el crédito. Ese crecimiento no es sostenible. La gente compró todo lo que pudo el año pasado y este año ha tenido que apretarse el cinturón. La inversión, que también creció mucho en 2007, no ha crecido al mismo ritmo este año. Afortunadamente, para que el crecimiento no caiga por debajo del 4 por ciento anual, hemos continuado alimentando el consumo de Venezuela y exportamos petróleo carbón y otros bienes básicos con muy buenos precios. Las exportaciones van a ser un factor clave para que la demanda no caiga tanto. El sector agropecuario parece estar reaccionando también gracias a los aumentos de precios de los alimentos y otros bienes básicos de origen agropecuario que están impulsando la producción. de la agricultura. Pero la gran pregunta es ¿qué sigue de aquí en adelante? Y el problema es que el gobierno parece no tener ni idea o que no le importa. Está concentrado en política y en circo, y le está prestando poca atención a la economía. El Presidente, que lleva seis años en campaña, va a seguir en eso. Lo malo es que para el largo plazo la economía requiere no solamente atención sino un gran esfuerzo para concebir un plan y crear un consenso alrededor del cual se garantice una continuidad. Nadie parece estar en ese tema.

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