martes, 30 de septiembre de 2008

Circo político y retroceso económico

La última encuesta de opinión empresarial de la ANDI parece confirmar que la desaceleración de la economía es un hecho. Varios sectores industriales muestran estancamiento o crecimiento negativo. Subsectores tradicionales como cuero, textiles, hierro y acero, y vehículos automotores registran caídas en la producción y en las ventas. El agregado del sector industrial puede haber sufrido un retroceso durante los primeros siete meses del año del orden del 0.2 por ciento en producción y 0.4 en ventas en comparación con el año anterior. El desempleo va otra vez en aumento. La situación, que es preocupante, parece que tiene al ministro de hacienda con los pelos de punta. En Manizales dio un informe alarmante sobre el estado de la economía (calificado como un “desastre” por un noticiero de radio local). Reconoció que los resultados de julio son muy malos y declaró que no había esperado una caída tan grande de la producción. El presidente de la ANDI también está alarmado. El impulso que tomó la economía en 2007 fue flor de un día. Lo malo es que la ANDI y el gobierno han decidido achacarle la responsabilidad por la desaceleración al Banco de la República, por el aumento de las tasas de interés. Este diagnóstico es equivocado. Un interesante artículo de Mauricio Cabrera que apareció en Portafolio a principios de la semana pasada dice que la tasa de interés real es apenas del orden del 2 por ciento y que ese nivel de tasa de interés real difícilmente puede afectar negativamente la producción. Esta es quizás la mejor respuesta que se le puede dar a las declaraciones del Presidente de la ANDI contra el Banco. Por otra parte no se debe olvidar que el Banco tiene la obligación de tomar medidas para controlar la inflación y que lo ha hecho con prudencia, pero con firmeza (ANIF está hablando de un aterrizaje suave, y posiblemente lo vamos a lograr). Quizás hubiera sido mejor que el gobierno y el Banco se hubieran puesto de acuerdo y que la tasa de interés real y el gasto fueran menores, pero echarle la culpa al Banco es aventurado. El ajuste obedece por una parte a factores externos y por otra a que variables como el consumo y el gasto de las familias estaban creciendo muy aceleradamente, alimentadas por el crédito. Ese crecimiento no es sostenible. La gente compró todo lo que pudo el año pasado y este año ha tenido que apretarse el cinturón. La inversión, que también creció mucho en 2007, no ha crecido al mismo ritmo este año. Afortunadamente, para que el crecimiento no caiga por debajo del 4 por ciento anual, hemos continuado alimentando el consumo de Venezuela y exportamos petróleo carbón y otros bienes básicos con muy buenos precios. Las exportaciones van a ser un factor clave para que la demanda no caiga tanto. El sector agropecuario parece estar reaccionando también gracias a los aumentos de precios de los alimentos y otros bienes básicos de origen agropecuario que están impulsando la producción. de la agricultura. Pero la gran pregunta es ¿qué sigue de aquí en adelante? Y el problema es que el gobierno parece no tener ni idea o que no le importa. Está concentrado en política y en circo, y le está prestando poca atención a la economía. El Presidente, que lleva seis años en campaña, va a seguir en eso. Lo malo es que para el largo plazo la economía requiere no solamente atención sino un gran esfuerzo para concebir un plan y crear un consenso alrededor del cual se garantice una continuidad. Nadie parece estar en ese tema.

Circo político y retroceso económico

La última encuesta de opinión empresarial de la ANDI parece confirmar que la desaceleración de la economía es un hecho. Varios sectores industriales muestran estancamiento o crecimiento negativo. Subsectores tradicionales como cuero, textiles, hierro y acero, y vehículos automotores registran caídas en la producción y en las ventas. El agregado del sector industrial puede haber sufrido un retroceso durante los primeros siete meses del año del orden del 0.2 por ciento en producción y 0.4 en ventas en comparación con el año anterior. El desempleo va otra vez en aumento. La situación, que es preocupante, parece que tiene al ministro de hacienda con los pelos de punta. En Manizales dio un informe alarmante sobre el estado de la economía (calificado como un “desastre” por un noticiero de radio local). Reconoció que los resultados de julio son muy malos y declaró que no había esperado una caída tan grande de la producción. El presidente de la ANDI también está alarmado. El impulso que tomó la economía en 2007 fue flor de un día. Lo malo es que la ANDI y el gobierno han decidido achacarle la responsabilidad por la desaceleración al Banco de la República, por el aumento de las tasas de interés. Este diagnóstico es equivocado. Un interesante artículo de Mauricio Cabrera que apareció en Portafolio a principios de la semana pasada dice que la tasa de interés real es apenas del orden del 2 por ciento y que ese nivel de tasa de interés real difícilmente puede afectar negativamente la producción. Esta es quizás la mejor respuesta que se le puede dar a las declaraciones del Presidente de la ANDI contra el Banco. Por otra parte no se debe olvidar que el Banco tiene la obligación de tomar medidas para controlar la inflación y que lo ha hecho con prudencia, pero con firmeza (ANIF está hablando de un aterrizaje suave, y posiblemente lo vamos a lograr). Quizás hubiera sido mejor que el gobierno y el Banco se hubieran puesto de acuerdo y que la tasa de interés real y el gasto fueran menores, pero echarle la culpa al Banco es aventurado. El ajuste obedece por una parte a factores externos y por otra a que variables como el consumo y el gasto de las familias estaban creciendo muy aceleradamente, alimentadas por el crédito. Ese crecimiento no es sostenible. La gente compró todo lo que pudo el año pasado y este año ha tenido que apretarse el cinturón. La inversión, que también creció mucho en 2007, no ha crecido al mismo ritmo este año. Afortunadamente, para que el crecimiento no caiga por debajo del 4 por ciento anual, hemos continuado alimentando el consumo de Venezuela y exportamos petróleo carbón y otros bienes básicos con muy buenos precios. Las exportaciones van a ser un factor clave para que la demanda no caiga tanto. El sector agropecuario parece estar reaccionando también gracias a los aumentos de precios de los alimentos y otros bienes básicos de origen agropecuario que están impulsando la producción. de la agricultura. Pero la gran pregunta es ¿qué sigue de aquí en adelante? Y el problema es que el gobierno parece no tener ni idea o que no le importa. Está concentrado en política y en circo, y le está prestando poca atención a la economía. El Presidente, que lleva seis años en campaña, va a seguir en eso. Lo malo es que para el largo plazo la economía requiere no solamente atención sino un gran esfuerzo para concebir un plan y crear un consenso alrededor del cual se garantice una continuidad. Nadie parece estar en ese tema.

¿Es posible una consulta uribista?

O Luis Guillermo Giraldo no es tan zorro como se creía, o lo es mucho más, pues mandó la reelección de Uribe para 2018. Aunque varios congresistas proponen cambiar esa redacción y se están preparando para pasarle un paquete chileno a casi cuatro millones de firmantes, no les va a quedar fácil hacerlo, y si lo hacen van a quedar a merced de la Corte Constitucional.
El Presidente les ha propuesto a sus seguidores que está dispuesto a hacerse a un lado si ellos logran ponerse de acuerdo en un candidato de unidad para 2010. Algunos que creen que Uribe está jugando, esta vez a que sus alfiles no se ponen de acuerdo, pero también es posible que crea que la pregunta que se sometería a referendo quedó mal redactada, lo que no permitiría que se postule para 2010, porque dice que puede ser reelegido para un tercer período solamente quien haya ejercido la Presidencia por dos períodos constitucionales consecutivos, requisito con el que no cumpliría sino después de agosto de ese año. Tambi én se está discutiendo si es válido que se cambie la Constitución para favorecer a una persona específica o para excluir a priori a sus contendores. Pero lo más importante es que la redacción de la pregunta del referendo, como quedó, no permitiría la reelección en 2010. O Luis Guillermo Giraldo no es tan zorro como se cre ía, o lo es mucho más, pues mandó la reelección de Uribe para 2018. Aunque varios congresistas proponen cambiar esa redacción y se están preparando para pasarle un paquete chileno a casi cuatro millones de firmantes, no les va a quedar fácil hacerlo, y si lo hacen van a quedar a merced de la Corte Constitucional. Entonces es natural que el Presidente est é explorando un plan B, en caso de no poder aspirar él mismo para el próximo período. Es irrelevante si lo está haciendo en serio o para las galerías porque, hecho el ofrecimiento, ya le pasó la pelota a los que aspiran a la presidencia en su coalición política. Curiosamente, Santos, Vargas Lleras, Noemí y Holguín, a quienes él señaló hace poco como posibles candidatos no han reaccionado, y parecen dispuestos a dejar pasar la oportunidad. Pero Marta Lucía Ramírez, senadora de la U, ha proclamado su interés y ha propuesto que se haga una consulta popular para seleccionar al candidato de unión. Entre las alternativas disponibles, la consulta es posiblemente el mecanismo m ás democrático puesto que sería el pueblo que simpatiza con Uribe el que seleccionaría a su sucesor, sin dar lugar a discusiones o a favoritismos. Además, si se adoptara desde ahora, quedaría dirimida la sucesión y podría descartarse de una vez la reelección en 2010, aunque la consulta se lleve a cabo más tarde y quede pendiente seleccionar al sucesor. En principio, eso les conviene a todos los aspirantes uribistas aunque crean tener mejores opciones, pero a Uribe quién sabe si le guste dejar de ser el centro de la atención. A los conservadores les atrae la idea porque ellos pesan dentro de la coalici ón. Pero no tienen un candidato con atractivo popular suficiente para hacer efectiva esa ventaja, a menos que Noemí fuera su candidata. Y no sería fácil que los jefes del partido y los otros aspirantes conservadores le facilitaran el camino. A ella quién sabe si le llame la atención, por otra parte, pues tiene sus propios votos, por lo menos en teoría. A Santos le resultaría mejor un mecanismo de consenso con “dedazo” de Uribe, y debe estar agazapado, esperando. A Vargas Lleras le podría convenir la consulta, si Noemí no entra. Pero puede pensar que, si de todas maneras el referendo posterga la candidatura de Uribe para 2014 o para 2018, de pronto le resulta mejor esperar, u otra consulta. Aunque parezca irracional, lo m ás probable es que los dirigentes uribistas dejen pasar la oportunidad para que se concluya que el presidente no tiene reemplazo, y el gobierno siga perdiendo el tiempo buscando la fórmula para reelegirlo.

de los tanques a los carros tanques

No deja de ser una fragilidad inmensa para Colombia depender para el suministro de gasolina a lo largo de una frontera extensa y viviente de que el mercurial gobernante venezolano esté de buen o mal genio con nosotros.
Somos definitivamente países de bandazos. Hace pocos meses el presidente Uribe anunciaba que se disponía a acusar ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya a Hugo Chávez. Éste, a su turno, movilizaba amenazantes divisiones de tanques venezolanos hacia la frontera colombiana. Alcanzaron a escucharse tambores de guerra entre los dos países. Ahora las cosas han cambiado. La escalada verbal ha cedido frente al pragmatismo. Los presidentes se han reencontrado. Las sonrisas y los comunicados amables han reaparecido. Las relaciones se han distensionado. Cosa que está muy bien. Como una consecuencia de esta normalización la semana pasada PDVSA anunció que comenzaría a vender directamente a Ecopetrol cantidades considerables de gasolina para que ésta la distribuyera directamente en la frontera a través de las estaciones de servicio debidamente autorizadas. Y así ha sucedido. Ya comenzaron a llegar a la capital nortesantandereana los flamantes carrotanques de PDVSA. La gasolina subsidiada de origen venezolana está hoy, pues, distribuyéndose por los surtidores oficiales en vez de los conductos irregulares de los pimpineros y demás intermediarios informales. La fórmula parece buena. Formaliza el negocio de la distribución de gasolina a lo largo de la frontera. Alivia los fiscos de Norte de Santander y de Cúcuta que pueden volver a cobrar sus impuestos sobre los expendios de combustibles. Y permite de todas maneras que el galón de gasolina se venda oficialmente allí, más o menos, al 50% del precio que ese mismo galón tiene en el interior del país. O sea, los consumidores colombianos de la frontera continúan beneficiándose de un precio sensiblemente menos que el que rige en el interior. Todos salen beneficiados con la fórmula. Pero no debemos olvidar que desde el punto de vista geopolítico no deja de ser frágil -y en el fondo muy peligroso- que Colombia dependa en tan alta medida de los suministros de gasolinas subsidiadas venezolanas. Ya nos han cerrado el grifo en dos ocasiones durante los últimos años. La primera fue durante el incidente de Granda. La segunda con motivo de los desencuentros verbales Chávez-Uribe. O sea: no deja de ser una fragilidad inmensa para Colombia depender para el suministro de gasolina a lo largo de una frontera extensa y viviente (de cerca de 2.000 kilómetros) de que el mercurial gobernante venezolano esté de buen o mal genio con nosotros. De que sus momentáneos caprichos lo lleven a abrirnos o a cerrarnos intempestivamente los grifos de la gasolina. En el mundo moderno una de las seguridades que debe controlar todo gobierno -lo mismo que la de alimentos- es la energética. Está bien que con este acuerdo entre PDVSA y Ecopetrol se estén dando pasos firmes para formalizar la distribución de combustibles en la frontera. Pero Ecopetrol tiene que estar preparado logísticamente para atender eficientemente con gasolina colombiana, en cualquier momento que sea necesario, los consumos de toda nuestra frontera. De lo contrario nos dejaríamos poner en la nuca un amenazante fusil de dependencia energética y diplomática. Acaso tan inquietante como los tanques que alcanzaron a desplegarse a lo largo de nuestra frontera no hace muchos días.

la tardia demolicion de las piramides

¿Por qué hubo que esperar a que en un reciente consejo comunitario se denunciaran los hechos para que se tomaran medidas?
Me sorprendió la manera tardía como el gobierno resolvió actuar frente al fenómeno de las pirámides. Las pedreas de ciudadanos desesperados en Zipaquirá que se transmitieron recientemente por televisión son una patética imagen de lo que está sucediendo en todo el país. Las llamadas “pirámides” llevan más de dos años tumbando gente incauta a diestra y siniestra. Y lo que es más grave: lo vienen haciendo a la luz del sol, con avisos públicos, con colas de ingenuos al frente de sus dependencias, con denuncias de los medios de comunicación desoídas por las autoridades. Algunas dependencias gubernamentales adujeron inicialmente que no podía hacer nada dizque porque los contratos estaban redactados de tal manera que encubrían -bajo formas legales esquivas- la captación masiva del ahorro público. Después comenzó el juego de pelota entre ellas alegando cada una que no tenían claras competencias para actuar. Hace algunos días durante un consejo comunitario alguien parece que le mencionó el asunto al presidente Uribe. Y entonces ahí sí se prendieron las alarmas. En el mismo fragor del consejo comunitario el Presiente ordenó a sus ministros que actuaran para reprimir el abuso que se venía cometiendo con el ahorro público. Los ministros volaron a actuar -ahora sí- ante el apremio presidencial. Pero con dos años de tardanza. A propósito: ordenar esto en mitad de un consejo comunitario proporciona una idea de la manera improvisada como se vienen adoptando muchas políticas públicas en el país. Resulta interesante analizar el camino que escogió el gobierno para dar cumplimiento a la acalorada directiva presidencial. ¿Lanzando una inmediata redada contra los captadores ilegales de ahorro público? ¿Deteniendo a los cabecillas de las pirámides ampliamente conocidos? ¿Judicializando los casos ya denunciados de pirámides ilegales? ¿Incautando los bienes amasados por unos vivos? ¿Movilizando las autoridades encargadas de reprimir el lavado de activos? No: El gobierno reaccionó presentando un proyecto de ley. Prohibiendo lo que ya estaba prohibido. Y elevando unos cuantos meses las penas para quienes captan ahorro del público sin contar con permiso de autoridad competente. Desde el año 1982 se expidió el decreto 2920 por el cual la administración Betancur catalogó como delito la captación habitual y masiva del ahorro público. Esta norma ha sido modificada en varias ocasiones, la última de las cuales es el actual Código Penal que en su artículo 316 castiga con pena privativa de la libertad con un mínimo de 32 meses y un máximo de 108 meses la captación irregular de ahorro público. Lo que hace ahora el gobierno (en vez de actuar con base a la legislación que está vigente) es proponer un proyecto de ley por el cual se aumenta la pena mínima a 61 meses y la máxima a 144 meses. Y reiterar (lo que también ya está autorizado) que las autoridades encargadas de controlar el lavado de activos puedan investigar a quienes participen en las operaciones de las pirámides. Pero las preguntas obvias son: ¿Por qué, habiendo legislación vigente, abundante y perentoria frente a las pirámides, el gobierno no actuó contundentemente desde un comienzo? ¿Por qué hubo que esperar a que en un reciente consejo comunitario se denunciaran los hechos para que se tomaran medidas? ¿Y por qué, en vez de aplicar diligentemente la norma vigente del Código Penal, el gobierno prefiere remitir el problema al Congreso para que éste haga cambios a las leyes que están vigentes desde hace 26 años?

martes, 12 de agosto de 2008

politicas y soluciones de la sal

Se agita mercado de la sal en Colombia

Quimpac, la procesadora de sal más importante de Perú, acaba de llegar al país atraída no solo por el mercado de los derivados de este mineral como el cloro y la soda, sino también por el negocio del consumo humano, que controla Refisal.
La sal y sus derivados están mucho más cerca de las personas de lo que se cree: en el agua que llega a los hogares, en los colores de la ropa, en artículos de aseo como blanqueadores, detergentes y jabones, en las piscinas, en los medicamentos, en el papel y en los plásticos, entre muchos otros productos. Para dimensionar el mercado que se genera en torno de la sal, y que en el mundo mueve más de US$7.000 millones al año, hay que decir que tiene unas 14.000 aplicaciones industriales conocidas y no existe un producto que la sustituya. Por eso, la refinación y transformación del cloruro de sodio concentra la tajada más importante de este mercado, en donde además de los refinadores y procesadores también compiten importadores, mayoristas y distribuidores. Y Colombia no es la excepción. Dos empresas se disputan este segmento: Refisal y Prodesal. La primera controla el 80% del mercado de la sal de mesa, mientras la segunda tiene el de derivados como el cloro-soda, con el 56% y 36%, respectivamente. Además, producen hipoclorito de sodio, ácido clorhídrico y cloruro de calcio que también van a parar a la industria. Y son estas dos empresas, precisamente, las que han protagonizado las movidas más audaces para ponerle 'sabor' al mercado de la sal en el país, en el que no solo compiten entre ellas sino contra grandes importadores de cloro-soda como Almacenadora Colombiana y Brenntag Colombia. El hecho que le puso 'sazón' a este segmento es la llegada al país del grupo peruano Quimpac, el cual ha basado su crecimiento en tres unidades de negocios: químicos, sales y papel. Y lo hizo pisando fuerte, tras adquirir a finales del año pasado a Prodesal por US$35 millones, que era propiedad de Corfivalle. Para llevar a cabo la operación, los peruanos contrataron a BBVA Banca de Inversión, que hizo el estudio respectivo, diseñó el esquema de compra y la financiación de la adquisición. Quimpac es uno de los mayores productores de cloro-soda en Suramérica. Las operaciones de producción se llevan a cabo en las plantas de Oquendo (Callao), Huacho y Paramonga (al norte de Lima) y Otuma, en Pisco (al sur de Lima). Los mercados atendidos por sus distintas divisiones abarcan todo el territorio peruano, además de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Centroamérica, Estados Unidos y Canadá, mercados a los que exporta el 35% de su producción. Según explica Andrés O'byrne, vicepresidente de banca de inversión del BBVA, de tiempo atrás Quimpac estaba examinando las posibilidades de ingresar a Colombia, y le interesó Prodesal por varias razones: es el principal productor nacional de cloro y soda, en donde son muy fuertes los peruanos. Como tienen minas de sal en su país, pueden sustituir las importaciones que Prodesal venía haciendo desde Chile, lo que reduce sustancialmente los costos de operación. Otro punto a su favor es que Quimpac estaba vendiendo sus productos en Colombia por medio de comercializadores, y ahora podrá hacerlo de manera directa con Prodesal e incrementar al mismo tiempo su portafolio de productos derivados de la sal en el mercado colombiano. La ubicación de la planta, muy cerca del puerto de Buenaventura, también se constituyó en un importante atractivo para llevar a cabo el negocio, pues la idea es convertirla en una plataforma de exportaciones hacia Centroamérica por la reducción de costos que representa operar desde Colombia. Por la de mesa Otro factor que despertó el interés de los peruanos en Prodesal es que la compañía colombiana había decidido incursionar por primera vez en el mercado de la sal para el consumo humano, categoría que controla Refisal en un 80%, como lo reconoce la competencia, negocio que en el país asciende a unos US$90 millones. La cosa va en serio. Prodesal inauguró en noviembre del año pasado una planta refinadora en Barranquilla, en la que invirtió varios millones de dólares, para producir sal de alta pureza para la mesa, entre otros productos. La intención de los peruanos es lanzar sus propios productos en esta categoría y competir con marca propia, como lo ha venido haciendo Refisal, que al introducir su marca en un mercado considerado un commodity, con su respectivo dispensador que reemplazó los tradicionales saleros de las mesas colombianas, generó un valor agregado que marcó la diferencia. Esta empresa colombiana, que lleva 10 años en el mercado y que ahora ve amenazados sus dominios con la llegada de Quimpac, ha basado su crecimiento en su poder de marca. No obstante, la empresa peruana tendrá que empezar a desarrollar su propia fuerza de distribución, factor que se ha constituido en una de las fortalezas de Refisal que llega con sus productos a todos los supermercados, mayoristas y tiendas del país. Pero la apuesta está hecha. Según O'byrne, los peruanos vieron a Prodesal como una compañía muy competitiva desde el punto de vista tecnológico y muy sólida comercialmente hablando. "También encontraron una administración muy competente, tanto que tras asumir el control de la compañía, mantuvieron a los directivos colombianos en sus cargos. Fue una operación muy exitosa, pues por primera vez se utilizó a Bancoldex como banca de segundo piso para este tipo de transacciones", explicó el asesor del BBVA. El encargado de afrontar la competencia que representa la llegada de Quimpac al mercado colombiano es Andrés Restrepo, gerente de Refisal, quien dejó el año pasado la dirección de Edatel, una filial de EPM, para asumir los nuevos retos de la compañía. Pero la junta directiva le impidió pronunciarse sobre el tema. Una de las primeras tareas de la nueva administración consistió en cambiar la razón social de Refisal, que pasó a llamarse Brinsa, pero que conservó la marca con que es reconocida en el mercado de la sal de mesa: Refisal. A su vez, con la adquisición de Prodesal, la compañía peruana se hizo a una procesadora de derivados de la sal con 20 años de experiencia en el mercado colombiano, y que en 2004 facturó $50.000 millones. Prodesal fue fundada por Cartón de Colombia en 1986, para asegurarse el suministro del cloro que se requería para la producción de pulpa de papel. Sin embargo, a medida que iba reemplazando el cloro fue vendiéndole participación a Corfivalle, hasta que en 2001 la financiera adquirió la totalidad de la compañía. Desde 1993, cuando la empresa instaló cuatro electrolizadores adicionales (mediante los cuales se procesa la sal) en su planta ubicada en Palmira (Valle), logró la capacidad instalada suficiente para proveer de cloro a los acueductos del país y participar activamente en los mercados externos, en especial del Caribe, Centroamérica y países del Pacto Andino, por lo cual maneja desde febrero de 1997 su operación propia en el puerto de Buenaventura. El cabezazo de Refisal Con ventas que en 2004 ascendieron a $154.162 millones, 25,3% más que lo registrado en 2003, Refisal se consolida como la empresa líder en el mercado colombiano de la sal. Esta empresa nació en 1994, cuando el Estado vendió Álcalis de Colombia a un grupo de inversionistas antioqueños. Desde entonces, esta compañía se ha caracterizado por un rápido crecimiento basado, principalmente, en la fuerza de su marca de consumo humano en diferentes presentaciones: dietética, para parrillas y condimentada para uso doméstico. Un estudio elaborado por la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Externado, destaca a Refisal como la marca más reconocida su categoría, debido a que su estrategia se basa en imagen y recordación, logradas con inteligentes campañas publicitarias y un empaque que facilita su identificación. "Tradicionalmente, la sal ocupaba la parte inferior en las góndolas. Hace tres años, con la introducción de su presentación en salero de mesa y el aumento en la rotación de producto, Refisal logró ubicarse en un sitio de mayor presencia a los ojos del consumidor en la parte superior de las estanterías. Aunque en esta presentación el costo por gramo es mayor para el público, el caso demostró que el consumidor está dispuesto a pagar un poco más por el mismo producto en un empaque más atractivo y funcional", sostiene el análisis. Sus plantas están en Zipaquirá (Cundinamarca) y Mamonal (Cartagena), de donde salen productos para los sectores industriales como alimentos, tratamiento de aguas, industria textil, embotelladoras, industria petrolera, fabricación de papel, detergentes y jabones, entre muchos otros. De allí surgió otra de las marcas con las que ha crecido de la mano esta compañía colombiana en los últimos 10 años: Blancox. Si bien una de las fortalezas de Brinsa es el segmento de la sal para el consumo humano, entre sus clientes de productos derivados figuran los sistemas de acueductos de Bogotá, como Chingaza y Tibitoc, a los cuales les suministra 1'158.000 kilos anuales de cloro, lo que le representa ingresos por más de $1.800 millones. Con la llegada de los peruanos, hay quienes prevén desde ya una 'guerra' por el mercado de la sal de mesa y sus derivados en Colombia. El posicionamiento de marcas y la distribución serán factores definitivos en esta contienda que apenas comienza.

martes, 5 de agosto de 2008

PORQUE BAJA EL DOLAR? R/= El dolar ha ido bajando debido a la guerra que e l gobierno de bus sostiene con irak

El petróleo sube principalmente por tres factores que son la guerra de Irak, el menor valor del dolar,y el crecimiento de la demanda de energéticos.

los alimentos suben por la gran demanda que hay en ellos y la es caces de los mismos y por que no solo estos eventos son los que procician esto tambien lo hace poca viabilidad economica que tiene el gobierno y la forma de comunicacion con ellos